ASÍ NO, SEÑOR ALCALDE DE ORKOIEN
por Edurne Villanueva Jimenez, Maite Ziarra Torrens, Eva Faure Gurbindo y José Ignacio Ropero Sánchez, trabajadores municipales
Decía Kortatu en aquella famosa canción “Hay algo aquí que va mal…” Y es que en el Ayuntamiento de Orkoien hay algo que no va…
Va mal desde que en el 2012 -año en el que se privatiza la limpieza viaria del pueblo- el Ayuntamiento gobernado por Unión de Izquierdas de Orkoien, ha seguido una política imparable de privatización de los servicios públicos, siempre con el voto favorable de los concejales de UPN.
La cosa sigue yendo mal cuando a pesar de las protestas, a finales de 2012, también se adjudica el servicio de limpieza del Colegio Auzalar a una empresa privada. El resultado: preocupación de la dirección del centro debido a la suciedad y problemas varios. Por parte de la plantilla de esta empresa, también se hacen llegar al Alcalde sus quejas por las malas condiciones y el bajo salario que soportan, incluso por debajo de lo establecido en convenio.
Y aun así, en el 2014, la cosa va a peor. En lugar de reflexionar en torno a lo sucedido y apostar por una gestión pública de los servicios, vuelven a llevar a cabo otra privatización, esta vez la limpieza del Colegio San Miguel. Además, hasta que la empresa se haga cargo de la limpieza, el Ayuntamiento decide contratar a personas con jornadas de trabajo de tan sólo tres horas. Así, de una manera tan racional y eficaz, no sólo se fomenta el empleo precario, pues no se garantiza un salario digno que ofrezca estabilidad a esas contratadas, sino que también se favorece la desigualdad de género en el trabajo. Porque, qué casualidad, sí, de los nueve “mini-jobs” que el Ayuntamiento crea para camuflar los datos del paro en Orkoien, siete son para mujeres. Flaco favor se les hace ofreciendo migajas en lugar de un pan para cada día.
Por si todo esto fuera poco, el alcalde no responde a nuestras quejas por los recortes o los intentos de coartar nuestra labor sindical. La falta de personal y la nefasta gestión del Ayuntamiento, está deteriorando todos los servicios. Y cuando reclamamos ante esta situación, recibimos respuestas autoritarias o que denotan una total desconfianza hacia sus trabajadores y trabajadoras. No escuchan al personal ni a sus representantes. No se valora nuestro trabajo. No se nos informa de cuestiones que nos importan y nos incumben. Algo va muy mal.
Tampoco escucha al Tribunal Administrativo de Navarra, quien recientemente ha obligado al Ayuntamiento a finalizar la oposición para listas de contratación de servicios múltiples, puntuando el conocimiento del euskera. Sin embargo, el Alcalde, junto a UPN, ha decidido desobedecer al TAN y anular el procedimiento, despreciando el tiempo y dinero invertido en él y las posibles reclamaciones e indemnizaciones de los afectados por la anulación. Mientras todo se retrasa, en la calle, un único empleado de servicios múltiples hace lo que buenamente puede para cubrir las demandas de todo un pueblo. Bueno, no nos quejemos tanto, que ahora tiene dos jóvenes menores de veinticinco años “mini-contratados” por tres horas para ayudarle…
Aquella canción del principio sigue: “ya sé qué a ti te da igual, pero hay algo aquí que no va”. A nosotros y nosotras, que representamos al personal del Ayuntamiento de Orkoien por el sindicato LAB, no nos da igual. Seguiremos defendiendo el empleo público, la igualdad de género en el trabajo y la valoración del euskera en la gestión del personal; aportaremos ideas cuando nos dejen y defenderemos siempre la credibilidad y profesionalidad de nuestros compañeros y compañeras en su trabajo. Esperamos que a quien lea estas letras tampoco le dé igual.